La Mindfulness puede entenderse como “atención y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual. Pretende que la persona se centre en el momento presente de un modo activo, procurando no interferir ni valorar lo que se siente o se percibe en cada momento. Como procedimiento terapéutico busca, ante todo, que los aspectos emocionales y cualesquiera otros procesos de carácter no verbal, sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados o intentar controlarlos” (Vallejo Pareja, M.A., Papeles del Psicólogo, 2, 27, 2006).
Algunos de los elementos clave de la experiencia Mindfulness o atención plena son:
-atención y conciencia sin centrarse en los procesos de pensamiento implicados
-centrado en el presente: la mindfulness siempre se da en y sobre el momento presente
-no valorativo, no puede experimentarse plenamente algo que se desea que sea de otro modo
-intencional, siempre hay una intención directa de centrarse en algo, y de volver a ello si por algún motivo se ha alejado
-observación participativa; no es una observación distanciada o ajena, debe implicar lo más profundamente la mente y el cuerpo
-no verbal; la experiencia mindfulness no tiene un referente verbal sino emocional y sensorial
-exploratorio, abierto a la experimentación sensorial y perceptiva
-liberador, cada momento de experiencia vivida plenamente es una experiencia de libertad.
La Mindfulness converge en muchos puntos con el pensamiento zen. He aquí algunas pinceladas de esta forma de entender la vida:
-En la enseñanza completa no hay maestro y la doctrina no es el maestro
-Sé el dueño de la mente, no seas dominado por la mente
-Estar atento como un espejo, en este mismo momento
-Interiormente, hay que esforzarse en desarrollar la capacidad de estar atento; exteriormente, hay que esparcir la virtud de no ser belicoso
-Cultiva con atención la frugalidad y el control de ti mismo. No seas vanamente descuidado y no vayas demasiado lejos
-Cuando haces trabajar la mente y tus pensamientos se agitan te apartas de la esencia de la realidad
-Cuando vas a buscar a cualquier parte fuera de ti mismo, tu enfoque ya está equivocado
-Acepta personalmente el completo de la realidad presente.
-Sin apego, ni a la realidad, ni a los deseos materiales, ni a visiones emocionales
- Saber tanto lo positivo como lo negativo, comprendiendo el Universo.
Acercarnos a estos estilos de pensar y de sentir, de vivir, nos puede ofrecer nuevas perspectivas acerca de nosotros y de nuestra forma de afrontar los acontecimientos diarios; puede proporcionarnos sosiego, equilibrio y armonía y, paulatinamente, nos capacitará para ir abandonando los automatismos y los patrones rígidos de pensamiento (iremos despertando).
Si creías que los principios del zen o de la mindfulness eran algo arcano y fuera de la órbita de tu pensamiento, podrás comprobar por ti mismo que son cercanos y asequibles y que forman parte de nuestra naturaleza. De verdad merece la pena hacerles un hueco en nuestras vidas y permitir que, poco a poco, nos vayan reconquistando y guiando por el camino de la sabiduría.
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